Te vi caminando, estabas sola hace más de una hora
Luego te sentaste, estabas cansada de tanto esperar,
Y te deprimiste aturdida de tanto silencio
No querías estar atrapada en un triste tormento.
Te martirizaste pensando en aquellos recuerdos
No podías hablar, no podías parar de llorar.
Y estabas allí, acompañada por la soledad,
Y tu fiel destino que no se quería acostumbrar,
Miraste dos veces, pensaste que el llegaría
Fueron malas noticias, el olvido la salida.
Sos tan caprichosa, lo hiciste una agonía,
Y no quieres mas, ni hablar, ni reír, ni llorar.
Te acostumbraste a estar sola y tan vacía
Y te apoderaste del rumor, la hipocresía.
Te lastima el dolor, tus cortes ya son huellas,
Por odiar al amor, ya no miras las estrellas.
Te quedaras sola, por el resto de la eternidad,
Odiando aquel hombre que jamás quiso llegar.
No sigas sufriendo, no te cortes más los brazos
No derrames tu sangre y no entregues más rechazos.
Y ella sigue esperando, una llamada, una disculpa,
No quiere volver llorando, suplicando por encantos.
No me confunda, no soy la niña bien…
Y no me molesten porque yo no los moleste.
Ella está sola, parada en la estación,
Esperando a ese hombre, el que nunca llego.
Se escuchan tres tiros, un grito desesperante,
Termino con todo… todo lo martirizante.
Empieza a reír a carcajadas por los nervios,
Y se empieza a mecer sola y en un rincón.
Se arrepintió del delito, el que había cometido,
Y se disparo para quedar en el olvido,
Ella no supo encontrar una salida,
Nunca dejo que el tiempo curara esas heridas.